sábado, 2 de agosto de 2008

ACCIDENTES SIN FIN

Las recientes imágenes, artículos, columnas de opinión y fotografías (sin ética ni respeto por los fallecidos) de los recientes accidentes de tránsito, son una llamada de atención social.

De acuerdo a mi experiencia (aunque soy partidario de Hume respecto a que la causa-efecto está en la mente y no en el mundo real) estoy casi seguro que esto no pasará del próximo domingo ya que los medios nuevamente cambiarán su agenda y los demás lo olvidarán.

Ayer en la edición online del diario El Comercio, se publicó una noticia sobre la reducción positiva de las cifras de accidentes vehiculares en Brasil tras la entrada en vigencia de una ley que prohibe conducir si se ha ingerido alcohol. El mínimo permitido no son dos cervezas o un vaso de whisky, sino incluso algunas medicinas o bombones de chocolate con licor. Simplemente no se puede tener ni un miligramo en la sangre o vas directamente a la carcel.

Si eso se aplicará en el Perú, de diez personas detenidas por manejar tras haber ingerido alcohol sólo dos llegarían a la comisaria. Una por ser intervenida por un miembro de la policía honesto y la otra por ser un ciudano con su moral incorruptible. Y es que, por más que se sigan dictando normas y leyes, sin una verdadera conciencia y voluntad de cambio en pos de una mejor sociedad, va a seguir esta terrible historia sin fin.

El ideal de no ver más imágenes de sangre, lágrimas y choferes echándole la culpa a cualquier cosa menos a su imprudencia, sólo podrá hacerse realidad el día en que cada uno de nosotros decida actuar.




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