miércoles, 21 de noviembre de 2007

CON LA CANASTA LLENA

Presagiar una derrota tan contundente de 5-1 a favor de Ecuador no era fácil. Los más críticos y realistas auguraban perder pero dudo mucho que por ese marcador. Definitivamente el partido contra Brasil fue una inyección de entusiasmo pero(como lo señalé en la columna anterior)no había que dejarse ilusionar sin analizar los errores que se habían cometido y las falencias que quedaron al descubierto.

José Guillermo del Solar no tuvo un planteamiento adecuado para jugar en Quito. Había que tomar las reservas del caso ante un cuadro que venía herido y con deseos de levantar cabeza en casa, para lo cual lo más importante era tener un línea defensiva a la altura de las circunstancias y mucha marca en el mediocampo. Pero, ¿que fue lo que vimos? Guillermo Salas nuevamente cerca a su nivel regular del campeonato local, un Mario Gómez fuera de distancia, Juan Carlos Bazalar con poca marca y a Carlos Lovatón con muestras de desgaste tras el partido del domingo. Con un juego rápido, preciso y bien armado, los ecuatorianos desmantelaron la contención peruana.

La labor de creación estuvo en los hombros de Robero Palacios, alguien que no tiene el ida y vuelta de antes y acusa la edad, Julio García quien tiene técnica pero poco despegue y agilidad y en Miguel Mostto quién paso prácticamente desapercibido en el encuentro. Lovatón debía cumplir con la marca y servir como lanzador, pero definitivamente esta no fue su mejor tarde. A Pizarro no es necesario describirlo porque fue simplemente más de lo mismo. De entrada, gracias a la alineación inicial Perú partía con desventaja y a eso le sumamos la imposibilidad de contar con Vargas, Solano y de la Haza (quienes estaban suspendidos) y Paolo Guerrero.

La idea de utilizar jugadores que pertencen a equipos de altura para disputar los partidos por eliminatorias en Quito, La Paz y Bogotá no es mala. Sin embargo, si esos reemplazos no tienen un nivel para jugar internacionalmente y les ha pesado la camiseta cuando han sido anteriormente convocados, es un grave error utilizarlos y armar el equipo con ellos en puestos vitales como la contención y la creación. Que tengan ganas y coraje nadie se lo cuestiona, pero lamentablemente carecen de la clase y el rendimiento requeridos en la actualidad. Asi, dejar en el banco a Jefferson Farfán y a Andrés Mendoza ha sido una terrible equivocación de nuestro DT.

Regresa la selección con la canasta llena a Lima, una experiencia muy desagradable y sólo dos puntos de doce posibles. Para no rezagarnos tanto en la tabla al final de la cuarta fecha de las eliminatorias era necesario ganar hoy. Pecaría de inocente si dijera que ya estamos eliminados porque aún falta mucho camino por recorrer y en el fútbol cualquier cosa puede suceder(recordemos que la próxima fecha es en junio del 2008). Lo que sí afirmo sin temor, que tras estas actuaciones, el sueño mundialista ha empezado a desvanecerse para Perú.








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