domingo, 16 de diciembre de 2007

EL MIEDO A LA ALTURA

Nuevamente el máximo organismo del Fútbol mundial nos restringe. Primero fue con la amenaza de desafiliación si entraba una comisión transitoria a la FPF para retirar a Manuel Burga de su cargo y reformar esta institución adecuándola a la ley del deporte. Ahora, el Comité ejecutivo de la FIFA ha aprobado en Tokio el sábado 15, una resolución mediante la cual no se permitirá que se disputen partidos internacionales por encima de los 2750 metros sobre el nivel del mar. Esta medida se haría extensiva a todas las competiciones.

Si teníamos al esperanza de ver a Perú jugar en el Estadio Garcilazo de la Vega del Cuzco, ya podemos irla borrando. Este recinto se ubica a 3500 msnm. De la misma forma, varios estadios de nuestro país quedan inhabilitados, así que si es que en algunos años, los equipos de la sierra central logran cupos a torneos internacionales y desean ejercer su localía, va a ser imposible.

Esta medida va en contra del famoso Fair Play de la FIFA. No están jugando limpio, sino de acuerdo a intereses económicos y de los equipos poderosos que se aterran cuando deben subir a los Andes. El Perú no es el único discriminado, también lo son en gran medida Ecuador, Bolivia y Colombia. Si tan genuina es la defensa de la salud de los jugadores profesionales para que no se disputen encuentros en altura, ¿Por qué no también se vela porque no jueguen a menos 6 grados centígrados en Europa (tienen que ponerse mallas en toda la pierna para protegerse del frío)y a 40 en otras latitudes más calientes? Eso también es peligroso, pero parece que no es conveniente vetarlos a ellos.

Es conocido que quienes más presión ejercieron para que esta resolución sea aprobada fueron Argentina y Brasil, quienes consideran una "ventaja" a favor del local llevarlos a esas ciudades para mermar su condición física y obtener resultados favorables que en llano de repente serían poco probables. Yo si fuera miembro de la CONMEBOL, les recordaría que Brasil logró ganar la Copa América en Boliva la década pasada y su calidad se vio reflejada en el terreno a pesar de la altura. Asimismo, hay equipos extranjeros que han obtenido victorias en Quito, La Paz y Cuzco.

Creo que es el momento de realmente hacer algo por nuestro fútbol no es posible que el Presidente de la FPF se quede callado ante esta discriminación. Ahora no es descabellado apostar por una intervención del gobierno a pesar de poder ser desafiliados de un organismo que no respeta nuestro derecho a jugar donde deseamos de acuerdo a la geografía de nuestra patria.

Seria estratégico unirnos con los países igualmente afectados por esta medida y luchar hasta las últimas instancias, incluso con acciones de protesta como dejar de jugar las eliminatorias. De repente matamos dos pájaros de un tiro: renovamos la FPF y hacemos valer nuestros derechos ante el mundo del fútbol.





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