Ya han pasado varios días desde la sentencia al ex-presidente del Perú, Alberto Fujimori Fujimori. Sin embargo (como era obvio) se mantiene en debate público todo este tema de gran relevancia incluso a nivel internacional.
Hay un asunto que particularmente me preocupa mucho. Y es algo que recuerdo haber estudiado en Fundamentos de la Comunicación y en Comunicación Política: La estrategia de la desinformación. Para muestra un botón, las declaraciones de los miembros del partido de Fujimori: "Fue condenado por derrotar al terrorismo"
Eso es una total mentira. Lamentablemente, ni el 1% de los peruanos se ha tomado el trabajo de leer la sentencia que está colgada en internet. Y sólo el 15% estimo habrá realmente recogido de la prensa diversas posturas bien fundamentadas y tendrá una conclusión. Pero la gran mayoría de peruanos es suceptible de creer este tipo de mensajes lanzados con veneno (para callar a los que defienden la sentencia) y con anzuelo (para pescar adeptos).
Ha sido un ejercicio sociológico pasar por los kioskos todos los días y ver las diferentes posturas y titulares respecto a Fujimori. Algunos muy bien sustentados (a favor y en contra) y otros que solo son un altavoz de las declaraciones que defienden al ex mandatario sin mayores argumentos. Respeto todas las posturas, pero no me parece que se engañe a la gente con causas de la sentencia que no existen y la confundan.
Otro ejemplo con el que termino esta columna. La semana antepasada escuché en Radio Capital a un señor que llamó a un programa y comenzó a atacar a los que estaban en contra de Fujimori y se mandó con todo a criticar a los "caviares". En ese momento, uno de los conductores le preguntó ¿Qué eran para él los caviares". Sólo atinó a responder que eran las ONGs que tenían financiamiento externo...
Es decir, ni una sola idea concreta de algo sobre lo que opinaba tan vehementemente. Lo más probable es que haya escuchado a los políticos que criticaban el Museo de la Memoria y la sentencia de Fujimori que tildan a todos los que no comparten sus ideas de "terroristas", "antipatriotas" y "caviares". Me animo a afirmar que, seguramente, muchos de ellos tampoco saben el real significado social de la palabra caviar...
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