Cuando un gobierno comienza a utilizar al sistema de justicia para intimidar a personas que lo incomodan, cancela licencias a medios de comunicación y declara persecuciones a las organizaciones no gubernamentales y otras instituciones de derechos humanos, es un pésimo síntoma democrático.
El viernes 12 de junio, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones canceló la licencia de transmisión de Radio La Voz de Bagua. Este medio estuvo permanentemente informando sobre los sucesos del Paro Amazónico y dio una especial cobertura al enfrentamiento fatídico entre policías y nativos. Qué coincidencia que a esta radio justamente, le busquen una excusa para cerrarla... Pero cuando medios como Panamericana le deben al fisco millones de soles, dejan que corran los años sin sanción alguna.
Anoche, a su arribo de los Estados Unidos, el abogado Carlos Rivera de una de esas ongs a las que detesta el Presidente Alan García y el Sr. Giampietri, fue detenido en el aeropuerto debido a una requisitoria en su contra. Lo curioso del caso es que el nunca fue notificado sobre el proceso en cuestión y nunca se sigue este procedimiento para ese caso. Extrañamente esta semana debía participar defendiendo a algunas víctimas en procesos de derechos humanos. Además, es un hombre que tiene muchas antipatías con el primer mandatario por lograr que no prescriba el caso de El Frontón.
Tras los hechos en Bagua, algunos miembros del Ejecutivo han pedido que se investiguen a las ongs que trabajan en la zona. Públicamente Luis Giampietri ha solicitado a la APCI que revise los casos de algunas de ellas que incomodan y sacan a luz actos que los avergüenzan. Eso es inadmisible en un país democrático como el nuestro. Parece que Alan García anda mirando el programa Aló Presidente de Hugo Chavez y ha decidido ir copiando algunas perlas de su gestión autoritaria.
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