Aún con la garganta algo afligida tras el grito momentáneo del empate, no puedo dejar de escribir unas líneas sobre lo que fue este partido ante Argentina. Cuando me puse hoy la camiseta rojiblanca, sabía que algunos amigos soltarían unas sonrisas ante esa audacia. Pero de seguro, si el resultado se mantenía y dejábamos fuera a los argentinos, ahí sí la hubiesen mirado con otros ojos.
Hoy nuestra selección salió a mostrar que es un equipo chico, sin el poder de otros países de la región y que ello se evidencia en nuestra descalificación a la fase final del Mundial Sudáfrica 2010. Este planteamiento más conservador, con un solo hombre en punta (Johan Fano) y con Juan Vargas con mayor libertad para el ataque, nos ha resultado más efectivo.
Cuando nos atrevemos a jugar abiertos, con el clásico 4-4-2 como si fuéramos el Manchester United, nos terminan haciendo mucho daño porque dejamos espacios y aflojamos en las bandas. Hoy nuevamente Carlos Zambrano demostró que es el zaguero central titular de la selección para los próximos diez años al menos. Debemos buscar quién sea su pareja en el área (Alberto Rodríguez es muy irregular) para que se vayan fogueando juntos para la siguiente Copa América.
En dos ocasiones tuvimos la oportunidad clara de anotar en valla argentina, sin embargo errores nuestros determinaron que eso no suceda. Faltó aplomo y seguridad al momento de definir. Luego de ir perdiendo, Argentina fue un manojo de nervios y René Ortubé danzó al ritmo de las conveniencias comerciales y no sancionó un claro penal de Heinze cuando pone el brazo ante el remate de Ñol Solano. Pasados unos minutos, Amilton Prado tuvo la chance de disparar cruzado en el área enemiga (en las últimas fechas del torneo local ha anotado) pero prefirió darle pase a Fano y lograron cortar el peligro.
El cambio de Roberto Palacios por Solano y luego la salida de Fano para el ingreso de Hernán Rengifo (el "olvidado" que ante Uruguay nos hizo recordar el triunfo) estuvieron acertados. Ambos aportaron para que sobre el final del encuentro, ya cuando los hinchas argentinos creían que todo acababa en 1-0, Perú muestre su habilidad y dignidad para marcar el empate en medio de la tormenta que azotaba. El Monumental de River enmudeció y a Diego Maradona se le heló el orgullo.
Nuevamente, ante lo que iba a ser el acontecimiento de la eliminatoria, el boliviano René Ortubé, mostró desvergonzadamente su parcialidad y dejó correr el tiempo cuando el vendaval climático no cesaba y podía sonar el silbato. Así llegó el tiro de esquina que culminó con el gol de Martín Palermo en el minuto 93 que inyectó el suero de la esperanza para que su país luche hasta la última fecha por su clasificación. Sin embargo, Ortubé no se quedó tranquilo hasta que en la siguiente jugada Gabriel Heinze le mete un codazo a un peruano en el área y en vez de sancionar el penal, decidió convenientemente, terminar el partido.
Hoy nos robaron la dignidad a todos los peruanos. En medio de un ambiente de apoyo total a la selección argentina, Perú salió a luchar de corazón y estuvo a poco de llevarse un empate con valentía. Hoy dejamos la piel en la cancha y al final nos metieron la mano a la felicidad y nos la cambiaron por indignación. Pero sabemos que podemos ser mejores y me reafirmo en que a pesar de las campañas de las viudas periodísticas, sin los sancionados la historia va a tener que reconocer lo que hicimos hoy en Buenos Aires, donde al final nos robaron la dignidad.
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1 comentario:
Chile clasifico al mundial, en futbol nos estan sacando ventaja, pero economicamente les dimos vuelta el partido, chequeen la noticia..
http://elcomercio.pe/impresa/notas/exploradores-mineros-ven-oportunidades-peru/20090304/253949?secciones=SECCIONES&suplemento=SUPLEMENTOS
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