Si algo debería imitar el fútbol del footbal americano, es la repetición de las jugadas del partido que se disputa para que el árbitro pueda ver si es que se equivocó en alguna decisión o se le pasó alguna falta y enmendarlo. La FIFA, a través de la International Board nunca ha dejado que esa "limpieza" llegue a nuestras canchas.
Ese tipo de reglas son las que permiten que el fútbol se pueda negociar fuera del estadio. Es así como se logran robar los partidos, favoreciendo muchas veces a la industria que se mueve detrás de los jugadores. Es así como no importó el sentimiento de un país como el nuestro cuando dejan que Argentina nos meta un gol en posición adelantada en las narices de Rene Ortubé en las eliminatorias.
Asimismo, a Thierry Henry no le sancionaron una mano clara que a la postre permitió el gol agónico de Francia para ir al Mundial Sudáfrica 2010, dejando fuera a una decepcionada Irlanda. Es frustrante ser testigos de cómo se favorecen los intereses sin respeto alguno a los aficionados. Es un juego sucio para los de menos poder mediático y que no venden tantas camisetas como otros. ¿Hasta cuándo vamos a tolerar que nos metan la mano al bolsillo de esa manera?
¿El fútbol podrá ser algún día más honesto y realmente que el equipo que gane lo haga por sus méritos y no por un error arbitral (sea éste adrede o no)? Es un tema muy importante para reflexionar. Tal vez esa pasión que sentimos los que nos gusta este deporte sea tan solo por su esencia primera, la calidad del juego. ¿Sigue siendo fútbol ese deporte cuando ya no basta con jugar bien para ganar?
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