jueves, 11 de marzo de 2010

LO BUENO DE SABER PERDER


Alianza Lima reafirmó a base de buen juego los motivos por los cuales tiene un puntaje perfecto en la actual Copa Libertadores de América, un torneo que ha sido un lastre para los clubes peruanos en los últimos años.

Nos tocó la mala suerte de tener a dos equipos peruanos en el mismo grupo de clasificación. Juan Aurich reapareciendo en la escena internacional pero con la obligación de jugar en contra de Alianza Lima en dos encuentros que pueden definir la clasificación de uno o de otro. El "cuco" del grupo, Estudiantes de la Plata, actual campeón del torneo, no ha sido capaz de repetir actuaciones memorables (el triunfo de 5-1 ante los chiclayanos fue porque les regalaron un penal y encima expulsaron a Guizazola).

Concuerdo con las declaraciones de los jugadores aliancistas al final del triunfo de 2-0 de ayer por la noche. La clasificación a la segunda ronda se define en Chiclayo. Sin embargo, podemos adelantar (por lo visto hasta la fecha y los 9 puntos obtenidos) que prácticamente el boleto a octavos de final ya está en el bolsillo a pesar del resultado ante el Aurich de visita. Recordemos que a Alianza aún le falta un partido de local ante el Bolivar, el club más flojito del grupo.

Considero que es un buen momento para reflexionar sobre por qué Alianza Lima ha elevado si nivel de juego de esta manera. Lo primero que me viene a la mente son las derrotas de local y de visita ante Universitario de deportes en la final del campeonato nacional 2009. En aquellas presentaciones, los victorianos no pudieron con el clásico rival y la poca imaginación de Jhonier Montaño (el creativo) fueron determinantes. Era un caso (salvando las distancias) como el de Francia cuando Zidane no estaba inspirado y los diez jugadores restantes dependían de él.

Gustavo Costas aprendió la lección de esas derrotas. No podía depender de un jugador para que el equipo ganara. En la pretemporada pidió la renovación de la mayoría del plantel íntimo y sumo a algunos otros jugadores que consideró importantes para reforzar el estilo de juego que quería. Se prepararon en Argentina (lejos de las cámaras y distracciones propias de nuestro medio). Se enfrentaron a algunos rivales interesantes y, al margen de los resultados, la fórmula empezó a cuajar.

El pastel entró al horno cuando le ganaron a Bolivar en la altura de La Paz en su primer partido oficial del 2010. Finalmente, se cocinó en la goleada histórica ante Estudiantes en Matute y se mantuvo caliente anoche ante Juan Aurich. Esperemos que podamos ponerle las velitas, cantar más victorias y endulzarnos con más triunfos, representando bien a nuestro país.

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